LUGARES DE LA MEMORIA

Lola muestra en su pintura el objeto recordado y el tiempo; no el tiempo abstraco, erosivo o destructor, sino el tiempo experimentado, el tiempo vivido. El tiempo es justamente ese espacio en el que flotan sus figuras y que las configura y constituye.

Concisa, alada, disecciona la realidad con la capacidad de quien sabe expresar por medio de lo esencial, valiéndose de un arte sincero y pulido en el que no hay lugar para la parafernalia y el ornamento barato.

Su particular uso de las formas y el colorido rotundo que imprime en cada una de sus pinceladas transmite alegría.

La obra de Lola se torna poética, esa poesía que lleva consigo refleja sus sentimientos, su manera de ser, su sencillez, su estado de ánimo, su timidez, sus propia soledad... Ha madurado su personal estilo pictórico, sus escenarios son sencillos, recuerdos, y las luces provocan sensación de serenidad. La pintura seduce por su belleza, esa belleza que sólo saben crear los poetas que dominan el arte de la expresión.

Pintura pura, llena de sugerencias y rica en plasticidad, un expresionismo tierno, deliciosamente emocional y emocionante, esa emoción que transmite la obra de arte culminada con esmero, con talento.

Lugares de la memoria plasmados en una obra de sólo cabe admirar, sentir y, si se puede, disfrutar.

Lola Sánchez