INTROSPECTIVA

Introspectiva

Gabriela Martín, venezolana de origen, inicia sus estudios como diseñadora gráfica en su Caracas natal y obtiene más tarde una licenciatura en Artes Plásticas. Ejerce como docente de arte en diversos centros de su ciudad sin abandonar nunca los proyectos gráficos y las exposiciones de su obra.

En la actualidad, participa activamente en la vida artística y cultural de Gijón, donde reside desde hace un año. Introspectiva es su debut pictórico en nuestra ciudad y será sin duda una ocasión única para darse a conocer al público.

Gabriela Martín es una de esas raras artistas que nos deslumbran con su inmediatez, su fuerza... que sacude nuestros sentidos salpicándolos con el color encendido de sus obras, con las arriesgadas composiciones, siempre al límite de las fronteras reales. Sin embargo, su trabajo posee una vibración interna que sólo la contemplación serena y abierta nos revela: en palabras de la propìa artista, hace arqueología de sí misma, de su universo personal, de su esfera privada. Como si de una excavación se tratara, Gabriela descubre en toda su obra capas sucesivas de su ser, de su existencia. Impregna conscientemente su espíritu de la asencia vital de todo o que le rodea.

Desmigaja sus vivencias tomando puntos de vista opuestos pero complementarios, ya sea como una alquimista medieval que como una objetiva científica. Descubre y clasifica las "muestras" de su yacimiento interior, que plasmará más tarde en su obra y de manera especial en los intensos autorretratos. Estas obras son verdaderas instantáneas del alma: algunas, como descubrirán en esta exposición, dulces, frágiles, contenidas y otras que les sorprenderán por su fuerza y su franqueza. Enfoques picados y contrapicados que muestran a una Gabriela siempre diferente, una mujer que es muchas personas, que posee numerosas facetas, aristas, recovecos. Este género es para la artista un método de "limpieza interior" y para el espectador un punto de reflexión e interacción.

Esta muestra recoge además otros de los principales temas que pueblan su pintura: los pies y las manos, los retratos y sus particulares interiores.

Las manos son para la artista una herramienta útil, una parte imprescindible de la comunicación humana: los gestos, los movimientos que acompañan nuestras palabras. El tacto es además el sentido más cargado de sensualidad; las manos tocan, aferran, acarician, sienten. Abundan también las figuraciones de pies, apoyo de nuestro cuerpo, sólidas raíces que nos mantienen en contacto con la madre tierra...

Tanto las manos como los pies forman parte de una esfera de sutil sensualidad que envuelve y determina nuestra percepción de la realidad externa y la traduce a niveles internos ilimitados.

Sus interiores, son en esta muestra los lienzos que retratan un lugar tan cotidiano como su cuarto de año, aunque despojado de su funcionalidad y observado desde una óptica muy particular. La bañera se convierte en un océano, el espejo en cielo abierto.

Estos elementos nos aportan indicios de la naturaleza aventurera de la autora, que se deleita sembrando los lienzos con pequeños detalles que el espectador descubre en su análisis más detallado.

Gabriela descubre además parte de su entorno en los personales retratos de un universo familiar muy particular: su marido, su hija, sus perros. En estas obras, la artista se muestra más comedida, menos reveladora de secretos íntimos. Sus modelos realmente alzan la mirada, no muestran sus ojos y por lo tanto, mantienen un halo de misterio que cautiva. En ocasiones, la artista incluye en sus obras textos que ejercen un poder casi mágico en la mente del observador.

Los recursos técnicos utilizados son tan diferentes como su propia visión del mundo: óleo, encaústica, "dripping", inclusiones matéricas, carboncillo y pastel.

Peculiar también las división de algunas obras en paneles móviles que pueden colocarse de manera aleatoria. De este modo, el propietario de la obra entra en el proceso de creación: personaliza el cuadro juntando o separando los paneles, colocándolos según su preferencia en ese momento y permitiendo que la obra se mantenga siempre en movimiento.

"Introspectiva" propone al espectador una observación interna del alma, de sus movimientos y cambios; un punto de partida para una nueva forma de relacionarse con uno mismo, con los demás y con el mundo.

Silvia Blanco Flecha (Museóloga y Conservadora)